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Adquirir una vivienda, donar su casa a sus hijos; dar un poder o una autorización; constituir una sociedad; hacer un fideicomiso; otorgar un testamento; ceder los derechos posesorios...

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¿Qué se necesita saber? ¿Cuáles son los riesgos en la realización de estas operaciones?

 

¿Eres consciente de todos los obstáculos y dificultades determinados por las leyes que evolucionan constantemente y no siempre son fáciles de entender?

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Nuestro ordenamiento jurídico, consciente de la necesidad de proteger a la sociedad, ha dispuesto la intervención del escribano,  para dar certeza a las relaciones jurídicas entre los contratantes, llevando así tranquilidad y paz social. 

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Concluir una compraventa, una donación, o redactar un testamento no significa completar e imprimir un formulario ya preparado, sino preparar un acto seguro y válido. 

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Es necesario  que el notario tenga un nivel considerable de formación legal y estar sometido a controles de los organismos públicos y la justicia notarial.

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Además, es necesario para alcanzar niveles de eficiencia y eficacia, una organización interna que utilice las tecnologías de la información (TIC’s) para lograr cubrir las expectativas actuales de los clientes.

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